Buenos días! 😊
Ayer después de 4 años volví a un trabajo profesional, fuera de casa y remunerado, vale toda la aclaración, porque pueden pensar que este tiempo no trabajé, pero no es cierto, la única diferencia es que en estos años fue en casa y sin remuneración.
Así es que después de tanto tiempo, desempolvando títulos, libros y experiencias, salieron a relucir mis encantos profesionales, y como si eso fuera poco, en un proyecto propio! y fuí feliz!
Mas allá del trabajo en sí, lo que me puse a pensar es cuán importante es para los niños ver a sus mamás felices, satisfechas, completas mas allá de ellos.
En estos últimos años, me había sentido plena y feliz rodeada de pañales, teta disponible 24hs, enredos de ropas, juguetes y pegotes. Ese fue mi mundo y en él fuimos muy felices los tres sintiéndonos solo uno, porque tenemos la suerte de una cuarta pata que no nos deja perder el equilibrio, ni la cordura.
Pero hace unos poquitos meses me volvió la curiosidad por el mundo de afuera, las ganas de volver a intervenir y ser parte de la sociedad, pero necesitaba encontrar mi modo, porque ya nada es igual después de un nacimiento. Mis hijos le dieron el toque de magia que le faltaba a mi vida profesional. Ayer fue un día perfecto que va a quedar en mi memoria y en mi corazón en todas mis vidas!
Me sentí feliz, plena, satisfecha y mis hijos no tenían nada que ver con eso, fue una experiencia puramente mía, entonces pensé:¡que alivio para ellos!!!! Que genial que de ellos no dependa mi felicidad, mi plenitud, ni mi éxito!
Después de tanto tiempo volví a ser una sola!
Que genial sería si pudiéramos librar a nuestros hijos de nuestras cargas emocionales.
Que nuestra plenitud les venga por añadidura y no por necesidad. Si queremos niños libres e inteligentes emocionalmente, seamos libres e inteligentes con nuestra emociones, ellos van a repetir modelos, van a aprender lo que seamos, no lo que digamos.
Entonces más allá de lo que hagas con tu vida, que decidas o necesites trabajar afuera de casa, o quedarte a criar los niños en sus primeros años, que sea una decisión en primera persona. Por que si yo mamá me amo, me cuido y me respeto, le voy a estar mostrando a mis hijos que hay que amarse, cuidarse y respetarse.
Ayer, a pesar de que no estuve en casa, ellos pasaron un día maravilloso y yo también, creo que todos aprendimos algo hermoso, la felicidad, el bienestar, la plenitud está primero adentro. Después podemos compartirla, ni ellos me completan, ni yo soy su respuesta a todo, pero sí tejiendonos en nuestros vínculos saludables e independiente, nos podemos hacer más felices.
Liberemos a los niños del "todo lo hago por vos" porque el único que siente la falta es el adulto, al niño solo le basta el amor.
Que tengan una linda semana!
Cariños
Flavia
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