Familias Consentidas

¿En qué momento fue que olvidamos qué es un "No"?  Fácil... cuando eramos niños... Cuando me obligaron a saludar con un beso aunque no quería, aprendí que un "No" bajito con vergüenza no tiene valor. Cuando algún adulto chistoso me hacía cosquillas o algún juego de manos, y yo quería parar porque no me daba gracia o simplemente ya no me divertía, como a él si le resultaba gracioso podía seguir, ahí aprendí que en mi cuerpo no mando yo, que si hay alguien más grande o mas fuerte, sigue decidiendo sobre mis ganas y mi diversión, aunque diga que "No". Cuando me llevaron al circo porque a "todos los chicos les gusta los circos" y me atraganté la bronca todas las funciones porque ser la única que dice "No" es ridículo! es de rara! Cuando al primer berrinche cambiaron de un NO a un Si para no escucharme, aprendí que ser prepotente e inestable emocionalmente, vale mas que un NO. Y vamos a mi favorito... cuando me "obligaron a compar

Cuando aparecen las palabras, también empiezan a ser claras y livianas las algunas situaciones y la libertad empieza a aletear  entusiasmada... pero a veces hay palabras que según quien las pronuncie o donde se hagan oír cambian de significado o de intención. . Los que me siguen hace tiempo saben que tengo cierta obsesión con las palabras y sus usos 😁 Y que andan siempre revoloteando mi cabeza revuelta, Será porque para mi la comunicación es la herramienta más hermosa que nos hemos ganado como humanidad pero que tan poco sabemos aprovechar, suelo ver con mucha frecuencia vínculos despedazados solo por no saber contarse, sentarse, parar, mirarse, bajar el tono y usar la palabra... y es en ese instante donde todas se vuelven mágicas y la libertad se desparrama en su mejor vuelo. . Esta semana donde  cerramos el curso de Inteligencia Emocional, aparecieron palabras que nos contamos en el primer encuentro y quería compartirles un poquito de eso. Espero que las disfruten! . ❤  Compr

Usamos las palabras en modo tan automático e inconsciente que nos olvidamos el significado de ellas, como si por saberlas de una vez, habríamos de saberlas siempre igual. Me gusta mucho pensar en el lenguaje, el uso que le doy, las palabras que elijo; me pasa cada tanto que hago pausas rápidas, repentinas, y rastreo en mi pensamiento para encontrar la mejor palabra al contar algo. Otras veces me quedan, durante días, palabras o expresiones orbitando la mente como avisándome que quieren decir algo más de lo que creo que sé. Y como soy curiosa con determinación y alevosía me interno en mi universo y me dejo contar lo que traen para mi... Hoy me despertó "para toda la vida" o tal vez me desperté "para toda la vida"... ¿Cuanto tiempo dura toda la vida? Lo pensaron alguna vez...? Toda la vida de un mosquito, de un elefante o de mi abuela...? Toda la vida útil o también la inútil...? Como la de las pilas, los autos, o las máquinas de café... será por cantidad de uso

Hace ya bastante que vengo pensando y tratando de encontrar mi sentir con respecto a la discusión sobre la legalidad del aborto y realmente no consigo tomar un posición que me deje sin cosquillas de dudas, en ambas posiciones. Veo mujeres que admiro profundamente, sus vidas, pensamientos y sentires, de ambos lados y con argumentos tan validos unos como otros, lo cual me complica más aún! Sé que muchas mujeres mueren por las condiciones de insalubridad en las que se practican la mayoría de abortos, y me indigna, porque casi como siempre en este país tu vida vale según tu cuenta bancaria, y si no, no vales nada; y eso a veces me inclina la balanza sobre apoyar esta medida. Sé también sobre las difíciles condiciones que hoy en día suelen encontrarse algunas  mujeres, algunas de ellas demasiado jóvenes, en las cuales un embarazo es la peor noticia del mundo. Se de lo solitario y difícil que puede ser el camino de la maternidad para muchas mujeres, solitario y difícil a pesar incluso de

Abrir los ojos al amor propio, y estar dispuestos a aprender, lleva un doble  proceso de mirarnos hacia dentro con compasión y devolver la mirada al otro  desde el amor y la gratitud, reconociéndolo como espejo, como parte necesaria  para vivir los conflictos que nos permitan evolucionar. Atreverse a mirar la  experiencia sin juzgarte ni juzgar a los demás. Cada uno fue parte necesaria  del conflicto que te traerá el aprendizaje y posibilidad de crecer emocional y  espiritualmente.  En este camino de la vida, las parejas suelen ser los más grandes espejos,  quienes nos servirán de maestros indiscutibles de lo que necesitamos  trascender. Por eso cuando una relación se termina, será más útil despedirse  de la persona y no del amor que los unió, poder mirar atrás con compasión y  agradecer.  Esta es mi despedida, porque creo que del apego al amor libre solo hay un camino: la gratitud. Gracias por enamorarte un día de mi; porque me vi bella, inteligente, gentil,  llena de vida. Grac

   La frase “Si amas a alguien déjalo libre” siempre me dio mucha gracia, supongo que porque no la entendía o porque está cargada de un significado social muy acotado, más las ironías que suelen aparecer como para continuarla.    Pero desde hace un tiempo la tengo dando vueltas en la cabeza... hoy me di cuenta de que la vengo practicando hace mucho y le he dado un significado tan peculiar que hasta esta mañana no había sabido poner en palabras. Por eso quiero compartirlo con ustedes.    Lo primero que quisiera aclarar es que no solo es aplicable a una relación de pareja, si no que vale para familiares, amigos, conocidos; también lugares, trabajos, rituales cotidianos y hasta para objetos; mi concepción de la libertad a diario va extendiendo sus límites... y me sorprenden y me gustan.    Entonces... si amas a alguien déjalo libre... tenlo cerca si quieres pero libre...    Libre de las expectativas que tienes sobre él/ella y el vínculo que sostienes.    Libre los mandatos soc

   Cuando se tiene tantas emociones y recuerdos en el corazón "GRACIAS" parece una palabra que no alcanza, suena a quedarse corto.      A menos de un año del nacimiento de Familias Consentidas, parece un sueño que tantas experiencias hayan pasado, que tanta personas hayan compartido, que tantos proyectos se hayan concretado, que tantas emociones haya despertado.     Compartir con ustedes mis pensamientos, mi formación y mi experiencia, mis certezas y mis dudas sobre la crianza, el amor y la educación ha sido de lo más enriquecedor para mi vida. A cada persona que pasó por algún taller, un encuentro o una capacitación, le agradezco inmensamente el respeto, la escucha, la predisposición, la entrega, gracias por permitirse pensar y regalarse un poquito de tiempo para escucharse a si mismo. Eso es apenas una gota de agua en el manantial de aprendizajes que quedan en mí, cada pregunta, cada ejemplo, cada escena nueva me invita a seguir pensando, a saber que no tengo todas las