Abrir los ojos al amor propio, y estar dispuestos a aprender, lleva un doble proceso de mirarnos hacia dentro con compasión y devolver la mirada al otro desde el amor y la gratitud, reconociéndolo como espejo, como parte necesaria para vivir los conflictos que nos permitan evolucionar. Atreverse a mirar la experiencia sin juzgarte ni juzgar a los demás. Cada uno fue parte necesaria del conflicto que te traerá el aprendizaje y posibilidad de crecer emocional y espiritualmente. En este camino de la vida, las parejas suelen ser los más grandes espejos, quienes nos servirán de maestros indiscutibles de lo que necesitamos trascender. Por eso cuando una relación se termina, será más útil despedirse de la persona y no del amor que los unió, poder mirar atrás con compasión y agradecer. Esta es mi despedida, porque creo que del apego al amor libre solo hay un camino: la gratitud. Gracias por enamorarte un día de mi; porque me vi bella, inteligente, gentil, llena de vida. Grac
Acompañando a construir puentes y vínculos de amor. En esta familia consentida nos atrevemos a cuidarnos, mimarnos y aceptarnos tal cual somos. Somos lo suficientemente valientes y vulnerables para crecer, cambiar y evolucionar aprendiendo desde el amor.