Hola!
Como están? En este tips semanal de familias, voy a hablar de
berrinches (rabietas, caprichos, pataletas o como les guste decirles)
Son esa expresión desbordada de disgusto, enojo, ira, una
descarga corporal de una imposibilidad de palabras.
Se
dan especialmente entre los 2 y 3 años, a veces se extiende hasta
los 4 y hay algunos adultos que todavía las hacen. Es el modo que
tienen estos niños a los que todavía se les mezclan las emociones y
no tienen palabras, para contar que les pasa. Y lo expresan con el
cuerpo, pataleando, gritando, tirándose al piso, lo más fuerte es
el llanto de gritos, bien diferente a los otros llantos que bien
conocemos.
Lo
primero que hay que saber es que no es “manipulación” ¡NO!
¡NUNCA! Es la expresión de una emoción que no conoce las palabras,
es una forma de comunicación, es la manera que encuentran en esa
edad de contar su descontento, su desacuerdo. De nosotros depende en
qué se convertirá después.
Así
que empezar a mirar una rabieta como una forma de comunicación en
vez de un intento de manipulación, lo cambia todo! Entonces ¿Cué
hacer? Como es una forma de comunicación de una emoción, lo primero
que hacemos es mirar y respirar, profundo, inspirar, observar,
expirar, armarse de paciencia y controlar la situación. Cómo estoy
observando me aseguro de que no se lastime, ni lastime a nadie, ese
es un límite.
Si
el niño acepta puedo ir hablando y contando lo que sucede: “estás
enojado porque tal o cual cosa que no te gustó, que no estás de
acuerdo, que no se hace como vos pensabas, necesitas hacermelo saber,
lo acepto y espero que te vayas tranquilizando, así podemos hablar,
cuando logres calmarte te va a ser mas fácil encontrar las palabras
y si no, yo te ayudo, pero después que te calmes. Mientras tanto yo
espero y no voy a cambiar de opinión con respecto a tal cosa (lo que
sea que lo desencadenó)”
Acá
hay dos cosas importantes, numero uno: el niño no tiene las
palabras, por eso grita y patalea, si el adulto también grita es una
bola de nieve incontrolable, Entonces por más que parezca que el
niño no escucha, y puede ser cierto, es importante mantener la calma
y poner uno como adulto que controla la situación, las palabras que
son necesarias para explicar que pasa.
Y
numero dos, es probable que el niño no escuche lo que decimos y tal
vez ni siquiera conozca las palabras que decimos, pero en lo que sí
son expertos los niños es en leer emociones y sentimientos, entonces
lo que sí va a entender el niño, es que más allá de lo que él
haga hay un adulto que lo acompaña, lo contiene, lo sostiene y lo
entiende y lo ama, a pesar de ese estallido volcánico, entonces
puede salir de ahí sin miedo.
La
última parte y más importante del estallido, es cuando pasa la
explosión, (tranquilos que aunque a veces parezca imposible, en un
momento para) y acá va el aprendizaje, que les durará toda la vida,
si pasado el berrinche el adulto cambia la orden inicial, perdimos
todos, padres y niños. Porqué ahí es donde se establece el patrón
de comunicación y da lugar a que una expresión emocional que solo
es temporal, se vuelva un modo sistemático de obtener lo que quiero
aunque me digan que no.
Entonces
si lo que desencadenó el berrinche fue un No a algo, lo mejor que
podemos hacer por ese niño es sostener el No, aunque después nos
hayamos dado cuenta de que no tenía sentido y podría haber sido un
sí. Si ese es el caso, la próxima vez en vez de responder en
automático a un niño, piénsenlo un par de minutos, que mas vale
perder un ratito antes, que perder la paciencia después y todo se
vuelva inmanejable e insoportable.
Lo
otro que se aprende es el patrón comunicacional del diálogo, en
donde no hay lugar a gritos y pataletas. Esas acciones no modifican
nada, entonces se vuelven de a poco innecesarias y las abandonan
lentamente.
Retomando:
Antes de tomar una decisión o decir un NO o un SI, tómense un
segundo para pensar en la importancia real y la consecuencia de eso.
Van a ver que muchas veces podemos evitarnos un montón de gritos,
tenemos un montón de “no” innecesarios, entonces cuando aparece
uno realmente importante, carece de sentido, porque no pueden
diferenciarlo de los otros.
Y
para finalizar, cómo prevenirlos: lo mejor de lo mejor es la
anticipación, eso ayuda a mantener el equilibrio emocional, porque
se anticipa lo que va a suceder, vamos un paso adelante, ej: “Vamos
a ir a la placita, pero no voy a comprarte copos de nieve, así que
si me pedís te voy a decir que no, te lo digo ahora así ya lo
sabés, no me preguntes porque ya conoces la respuesta, y es NO.”
¡SOTENERLO!!!! no vale cambiar de idea!!
Otro
ejemplo: Vamos a jugar a lo de tal amiguita, pero cuando yo te digo
que nos tenemos que ir, nos vamos, aunque me pidas quedarte mas, nos
vamos, te cuento ahora así ya sabes, yo te voy a avisar un rato ante
de irnos”. Un rato antes de irse decir “Vayan terminando de jugar
que falta muy poquito para irnos” “Vayan guardando y
despidiéndose que en un ratito nos vamos”
Anticipar
es la clave del éxito, saber lo que va a pasar nos permite
prepararnos para eso. Esto funciona desde el primer minuto de vida,
pero eso en otro tips!
Espero
que le haya gustado! Suscribanse al blog, la próxima semana otro
tips de vínculos saludables.
Comente,
pregunten, compartan!!! nos vemos!!!
Buena
semana!
Flavia.
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