Abrir los ojos al amor propio, y estar dispuestos a aprender, lleva un doble proceso de mirarnos hacia dentro con compasión y devolver la mirada al otro desde el amor y la gratitud, reconociéndolo como espejo, como parte necesaria para vivir los conflictos que nos permitan evolucionar. Atreverse a mirar la experiencia sin juzgarte ni juzgar a los demás. Cada uno fue parte necesaria
del conflicto que te traerá el aprendizaje y posibilidad de crecer emocional y espiritualmente.
En este camino de la vida, las parejas suelen ser los más grandes espejos, quienes nos servirán de maestros indiscutibles de lo que necesitamos trascender. Por eso cuando una relación se termina, será más útil despedirse
de la persona y no del amor que los unió, poder mirar atrás con compasión y agradecer.
Esta es mi despedida, porque creo que del apego al amor libre solo hay un camino: la gratitud.
Gracias por enamorarte un día de mi; porque me vi bella, inteligente, gentil, llena de vida.
Gracias por el tiempo que me dedicaste algún día y la atención que pusiste en mi, porque disfruté atenderme, cuidarme y ahora puedo volver a hacerlo por mi cuenta.
Gracias por la vida que creamos juntos, porque me recuerdan a diario el amor que nos tuvimos y me hace perdonarnos por el sufrimiento que nos causamos.
Gracias por no entender todo de mí, porque me fue ayudando a volver a pensar en mi, a recordarme todo lo que no se de mí misma.
Gracias por haber ocultado situaciones y mentirme; porque ahora puedo ver todos los momentos en los que me oculté de mi misma y me mentí para no hacerme cargo de mi vida.
Gracias por las “malas palabras”, gritos y malos gestos que tenías conmigo, porque ahora puedo poner en palabras algunos de mis miedos y mis debilidades, y puedo ver en los momentos que me aturdí para no ver, como me abandoné y me deje sola.
Gracias por no serme fiel, porque ahora veo como tapé mis ojos, me cerré al placer y me perdí en excusas y echar culpas para no hacerme cargo de mi propia capacidad de disfrutar cada minuto de vida.
Gracias por las veces que no me acompañaste en mis proyecto, solo me mostrabas la falta de confianza que a veces tengo en mi, y cómo no me creo merecedora de bienestar y abundancia.
Gracias por el dolor de la desilusión, por despertar mi tristeza, gracias a ella me volví a encontrar, me abracé y me rescaté.
Gracias por despertar mi frustración y mi enojo, porque en ellos descubrí como buscar a ayuda y supe cuales son mis límites para lo que creo injusto y hasta donde soy capaz de soportar.
Gracias por todas la veces que no me valoraste como mujer, como mamá, como persona, ahora puedo ver todo el valor que había perdido y ya estoy recuperando.
Gracias por nuestro tóxico amor, porque me enseñó con nitidez todo lo que no quiero para mí y me obligó a amarme más.
Perdón por haberte puesto en ese lugar de mi camino y haber atravesado esas situaciones de dolor. Perdón todo lo que creas que también te hizo daño de mi.
Deseo que estés aprendiendo tanto como yo, que seas capaz de encontrar un amor sano, honesto, amable, que te permita disfrutar, seguir creciendo y seas cada día una mejor versión de vos mismo sin pensar en mi; ojalá me hayas soltado como lo estoy haciendo yo.
Te dejo ir como persona, pero te sostengo en el amor, para que seamos felices y más libres, cada uno por su lado.
Ahora sé que quiero un amor sin apego, libre, honesto, capaz de mirarse sí mismo, decidida a no volver a aprender desde el dolor.
Lo que sea que venga como aprendizaje en adelante ya no tendrá como condimento el dolor; será con los ojos abiertos, trayendo más luz y abrazando mis sombras. No más peleas para mi, solo abrazos y compasión.
Flavia ♡
del conflicto que te traerá el aprendizaje y posibilidad de crecer emocional y espiritualmente.
En este camino de la vida, las parejas suelen ser los más grandes espejos, quienes nos servirán de maestros indiscutibles de lo que necesitamos trascender. Por eso cuando una relación se termina, será más útil despedirse
de la persona y no del amor que los unió, poder mirar atrás con compasión y agradecer.
Esta es mi despedida, porque creo que del apego al amor libre solo hay un camino: la gratitud.
Gracias por enamorarte un día de mi; porque me vi bella, inteligente, gentil, llena de vida.
Gracias por el tiempo que me dedicaste algún día y la atención que pusiste en mi, porque disfruté atenderme, cuidarme y ahora puedo volver a hacerlo por mi cuenta.
Gracias por la vida que creamos juntos, porque me recuerdan a diario el amor que nos tuvimos y me hace perdonarnos por el sufrimiento que nos causamos.
Gracias por no entender todo de mí, porque me fue ayudando a volver a pensar en mi, a recordarme todo lo que no se de mí misma.
Gracias por haber ocultado situaciones y mentirme; porque ahora puedo ver todos los momentos en los que me oculté de mi misma y me mentí para no hacerme cargo de mi vida.
Gracias por las “malas palabras”, gritos y malos gestos que tenías conmigo, porque ahora puedo poner en palabras algunos de mis miedos y mis debilidades, y puedo ver en los momentos que me aturdí para no ver, como me abandoné y me deje sola.
Gracias por no serme fiel, porque ahora veo como tapé mis ojos, me cerré al placer y me perdí en excusas y echar culpas para no hacerme cargo de mi propia capacidad de disfrutar cada minuto de vida.
Gracias por las veces que no me acompañaste en mis proyecto, solo me mostrabas la falta de confianza que a veces tengo en mi, y cómo no me creo merecedora de bienestar y abundancia.
Gracias por el dolor de la desilusión, por despertar mi tristeza, gracias a ella me volví a encontrar, me abracé y me rescaté.
Gracias por despertar mi frustración y mi enojo, porque en ellos descubrí como buscar a ayuda y supe cuales son mis límites para lo que creo injusto y hasta donde soy capaz de soportar.
Gracias por todas la veces que no me valoraste como mujer, como mamá, como persona, ahora puedo ver todo el valor que había perdido y ya estoy recuperando.
Gracias por nuestro tóxico amor, porque me enseñó con nitidez todo lo que no quiero para mí y me obligó a amarme más.
Perdón por haberte puesto en ese lugar de mi camino y haber atravesado esas situaciones de dolor. Perdón todo lo que creas que también te hizo daño de mi.
Deseo que estés aprendiendo tanto como yo, que seas capaz de encontrar un amor sano, honesto, amable, que te permita disfrutar, seguir creciendo y seas cada día una mejor versión de vos mismo sin pensar en mi; ojalá me hayas soltado como lo estoy haciendo yo.
Te dejo ir como persona, pero te sostengo en el amor, para que seamos felices y más libres, cada uno por su lado.
Ahora sé que quiero un amor sin apego, libre, honesto, capaz de mirarse sí mismo, decidida a no volver a aprender desde el dolor.
Lo que sea que venga como aprendizaje en adelante ya no tendrá como condimento el dolor; será con los ojos abiertos, trayendo más luz y abrazando mis sombras. No más peleas para mi, solo abrazos y compasión.
Flavia ♡
Comentarios
Publicar un comentario